La República Democrática del Congo (R.D.C.) es uno de lo paÃses más grandes del continente Africano, con una superficie de 2,3 millones de metros cuadrados, equivalente a la superficie de toda Europa Occidental. Es el segundo paÃs más poblado del Ãfrica Subsahariana, con una población estimada de 71 millones de personas, de las cuales menos del 40% vive en áreas urbanas.
El Banco Mundial clasifica la R.D.C. como uno de los paÃses más pobres del mundo, ocupando la posición 176 de 186 en el Human Development Index (HDI, 2015). Esta situación de pobreza ha estado condicionada por los disturbios polÃticos e inestabilidad social de las dos últimas décadas, y pese a que la situación de seguridad está mejorando, el paÃs aún sigue enfrentando revueltas en las provincias más orientales donde se vive una situación de emergencia humanitaria. Aunque la tasa de pobreza ha disminuido de un 71% en 2005 hasta un 63% en 2012, es uno de los 5 paÃses con mayor mortalidad infantil —119 muertes de cada 1000 niños menores de 5 años, por encima de la media de la Región Africana de la OMS, y tiene una de las mayores tasas de desescolarización. Esta situación aleja mucho a la R.D.C. de la posibilidad de conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDGs). La esperanza de vida media está en torno a los 52 años, y el 50% de la población es menor de 17 años. Las principales causas de muerte siguen siendo las enfermedades infecciosas secundarias a las condiciones de insalubridad y aislamiento a las que se ve sometida gran parte de la población congoleña. La desnutrición y la mortalidad materno-infantil son la principal carga de enfermedad del paÃs, habiendo aumentado en estos últimos años.
Medicina y Salud en R.D.C.
Debido al tamaño de la población y a la gravedad de las condiciones de salud, la R.D.C. supone una enorme concentración de morbi-mortalidad en el centro de Ãfrica. El Ministerio de Salud congoleño se organiza en distintas “zonas de salud†—actualmente hay unas 500, que ofrecen atención primaria y en menor medida especializada, a una media de 110.000 personas cada una. Sin embargo, la mayor parte de la población no tiene acceso a estos servicios sanitarios, situación que se acentúa dramáticamente en los sectores rurales más pobres. Se estima que 2 de cada 3 pacientes no acudirán a los servicios de salud oficiales; y es que el coste de la asistencia sanitaria puede tener un efecto de empobrecimiento sobre la población. En un paÃs con una incidencia de pobreza mayor al 70%, la ausencia de financiación gubernamental y externa, hace que la carga de los costes sanitarios recaiga sobre los hogares particulares que en muy pocas ocasiones pueden afrontarla. El pago por cualquier servicio médico en R.D.C. se hace en efectivo y previamente al tratamiento. Esto hace que una familia congoleña deba elegir entre no recibir asistencia médica, obtener un tratamiento más barato de un proveedor no oficial, o empobrecerse aún más. El funcionamiento de un tercio de las instalaciones sanitarias de R.D.C. depende de congregaciones religiosas que han colaborado tradicionalmente con el Ministerio de Sanidad. Esta situación ha facilitado que recientemente se hayan establecido convenios de colaboración con Organizaciones no gubernamentales (ONGs) que están implementando programas asistenciales en las distintas “zonas de saludâ€.
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